La reelección indefinida en Venezuela: un tema para la reflexión

Hace unos días, el presidente hizo públicas sus intenciones de lograr la aprobación vía referendum la enmienda para reelegirse indefinidamente, lo cual es digno de nuestra reflexión; en este sentido, quiero hacer una reflexión, con toda la objetividad posible, sobre este tema porque este asunto va más allá de una simple pelea entre chavistas y opositores, puesto que con este cambio a la constitución no está en juego el mandato de Chavez ni ninguna candidatura, sino la democracia y por ende, nosotros como país.

Es necesario recordar que el 2 de diciembre del año pasado fue rechazado un proyecto de reforma constitucional en un referendum y este proyecto tenían entre sus principales artículos el de la reelección indefinida. De esta manera, constituiría una violación a la constitución proponer ahora la reelección indefinida, por la siguiente razón:
El artículo 345 de nuestra constitución dice: "Se declarará aprobada la reforma constitucional si el número de votos afirmativos es superior al número de votos negativos. La iniciativa de reforma constitucional revisada no podrá presentarse de nuevo en un mismo período constitucional a la Asamblea Nacional".
El artículo 6 dice " El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que lo componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, ALTERNATIVO, responsable, pluralista y de mandatos revocables.
El artículo 340 señala que "la enmienda tiene por objeto la adición o modificación de uno o varios artículos de la constitución, sin alterar su estructura fundamental".

Según estos artículos, es inconstitucional proponer la reelección indefinida porque es parte del contenido del proyecto de reforma al que el pueblo dijo NO; el artículo 340 dice que la modificación que se realice no puede modificar la estructura de la constitución de modo que también es inconstitucional el proyecto de enmienda porque viola el principio de alternabilidad que se menciona en el artículo 6 que pertenece por cierto al Título I (Principios Fundamentales). De esta manera modifica dicha estructura por obviar dicho principio y alternabilidad significa que cada funcionario público tiene un período e incluso un período adicional (una sola reelección) y al terminar ese período debe entregar el poder, es decir, debe dar chance a otras personas de gobernar, ningún funcionario puede eternizarse en el poder; en pocas palabras, es contraria a la reelección indefinida y por ser un principio constitucional la enmienda propuesta es inconstitucional.

Además, el mismo Libertador dijo en uno de sus discursos (quien no me crea que lea lo que dice textualmente el discurso de Angostura de Bolívar) que no hay nada más peligroso que dejar el poder por largo tiempo en manos de un mismo individuo porque él se acostumbra a mandar y el pueblo a obedecerle y de ahí se origina la usurpación y la tiranía. Obviamente, este discurso es una demostración clarísima de que Bolívar estaba en contra de la reelección,de modo que me llama la atención que este gobierno que dice ser Bolivariano, obvie dicho discurso e impulse un proyecto totalmente contrario a las palabras de nuestro Libertador.

El poder es como el alcohol: cuando una persona tiene mucho tiempo consumiendo bebidas alcohólicas, llega un momento en que se vuelve adicta (se alcoholiza) y no quiere dejar de beber nunca más, cuando quieres quitarle el vicio a esa persona, se vuelve en tu contra, se pone prepotente, violenta, se encasilla en el alcohol y te aleja de ella; termina en la ruina económicamente hablando y si no tiene dinero llega a ser capaz de robárselo y puede convertirse en asesino.

Igual que un alcohólico es una persona que tiene mucho tiempo en el poder: puede ser una excelente persona, muy honesta, muy trabajadora, entre otras cualidades (no voy a discutir si Chávez cumple o no con dichas cualidades porque en esta ocasión como dije, no está juego Chávez; de hecho, si no se da la reelección Chávez podrá continuar igual en el poder los cuatro años que le quedan que no son pocos) pero al tener mucho tiempo en el poder no querrá dejarlo, hará todo lo que sea (incluso matar) para mantenerse en el poder, se volverá corrupto, prepotente y autoritario, olvidará razón de ser por la que llegó al poder, a quienes lo ayudaron a llegar, sus obligaciones (en el caso de un presidente la obligación es gobernar y resolver los problemas de su país), hará un lado a cualquiera que se atreva a criticarlo e incluso tratará de eliminarlo política o físicamente y pare usted de contar.

Pues bien, Chávez ya tiene 10 años en el poder y le faltan cuatro todavía. De modo que les propongo el siguiente ejercicio de reflexión, para realizarlo con total objetividad, dejando de lado cada quien su tendencia política mientras lo realizan y cuyo resultado considero les servirá para decidir cómo votar en el referendum del 27 de febrero:
Fíjense ustedes en como se ha comportado el inquilino de Miraflores y su gobierno en el transcurso de estos 10 años y especialmente cómo se ha comportado en estos últimos días, antes y después de las elecciones. Por ejemplo, antes de las elecciones amenazó a Rosales con meterlo preso, insultó a Rosales y a Pablo Pérez (en ese entonces candidato a la gobernación del Zulia) y a Salas Feo lo amenazó con mandarle los tanques y ahora, a las alcaldías y gobernaciones que quedaron en manos de la oposición el gobierno las está desmantelando, les está interviniendo los servicios de salud y policiales adscritos a dichas entidades, en pocas palabras, están tratando de entorpecer sus gestiones y mantener una confrontación permanente. Todo esto constituye actitudes nada democráticas y si logra reelegirse indefinidamente, dichas actitudes se van a radicalizar más y más, será también indefinido el clima de confrontación al que estará sometido nuestro país y los primeros perjudicados vamos a ser nosotros, chavistas y no chavistas, porque de esa manera nunca van a ser resueltos los problemas que nos aquejan como país. De modo que si usted NO quiere eso, ya sabe como votar.

Además, miren como se cumple en el presidente lo que dije con respecto al alcohólico y el poderoso: efectivamente no quiere dejar el poder, todo lo contrario, ya no disimula las ansias de poder que tiene. Ya tenía controlados todos los poderes, incluída la Asamblea Nacional pero no estaba conforme, sino que quería la habilitante para tener el poder de legislar;gran parte del contenido de la reforma (lo referente a la propiedad privada, por ejemplo) ya lo aplicaba sin restricción alguna (por ejemplo, nunca ha respetado la propiedad privada, siempre ha confiscado fincas (ese era uno de los puntos de la reforma) y auspiciado las invasiones y para darle un piso legal impulsó la reforma que gracias a Dios NO se aprobó, pero si se da la reelección indefinida el señor la volverá a impulsar en el próximo período (ya confesó sus intenciones en ese sentido) y ahora, quiere la reelección indefinida. A quienes lo critican los llama escuálidos, golpistas, utiliza el poder judicial para criminalizarlos, cerró RCTV y quiere cerrar Globovisión. Con esto queda en evidencia que se olvidó de sus promesas, de su obligación de gobernar y resolver los problemas del país (inseguridad, desempleo, pobreza...), ya que solo le importa mantenerse en el poder y es capaz de lo que sea con tal de lograrlo, sin importar pasar incluso por encima del pueblo. Y lo peor es que mientras más tiempo permanezca en el poder será peor el asunto y por supuesto, serán peores los problemas del país mientras el presidente vivirá como un rey por toda la eternidad si se da la reelección. Si ese NO es el destino que le quieres dar a tu país ya sabes como votar.

Sin más que agregar, solo me resta invitarlos a que reflexionen en base a todo lo mencionado, lo analicen objetivamente, independiente de la tendencia política de cada quien, comparen entre lo que quieren para Venezuela y el destino que tendrá si se materializa la reelección y VOTEN A CONCIENCIA, nada de abstenerse y quienes sean chavistas recuerden que Chávez terminará su mandato en el 2012 sin importar el resultado del referendum, de modo que todavía le quedan cuatro años.